La muerte decide delegar responsabilidades en la figura de un torpe muchacho en el universo fantástico del Mundodisco. El joven, embobado por los encantos de una joven princesa, es incapaz de arrebatarle la vida en el momento justo, creando un caos en los indelebles senderos del Destino. Mientras, la Muerte, ajena al desaguisado, pretende disfrutar la vida por primera vez.
Con estas premisas nos presenta Pratchett en el año ochenta y siete el cuarto volumen de su conocida saga fantástica. Para quien no haya leído nada sobre el tema baste decir que sus libros son parodias de fantasía épica. Mientras bondades como el valor, el honor y la sinceridad plagan hasta el vómito las páginas de sagas universales del género, aquí lo que prima principalmente es la cobardía, conductas poco honrosas y mentiras y envidias por doquier. Aderezado con la ambientación que proporciona un mundo mágico y unos personajes imbuidos de las más mundanas pasiones, Pratchett derrocha toneladas de ironía fatalista en la que hay poco espacio para las heroicidades.
"-¿Cómo se ganaba la vida? -inquirió el joven delgado que estaba detrás del escritorio.
La figura que tenía delante se movió, incómoda.
-CONDUCÍA ALMAS HASTA EL OTRO MUNDO. ERA LA TUMBA DE TODA ESPERANZA. ERA LA REALIDAD DEFINITIVA. ERA EL ASESINO AL QUE NINGUNA CERRADURA SE LE RESISTÍA.
-Ya, ya, capto la idea, pero, ¿tiene alguna habilidad especial?"
Terry Pratchett. |
La trama de la novela deja alguna que otra escena memorable. La muerte que encuentra su autorrealización como cocinero en una gran ciudad hace palidecer considerablemente productos con idéntica temática posteriores, como cierta cinta con el anodino Brad Pitt en una historia igualmente anodina y bobalicona. El humor que impregna cada una de las acciones a través de la paradoja que produce una Muerte con ganas de vida da mucho más empaque a esa historia que cualquier otro formato que se elija.
Sin embargo la novela también tiene, bajo mi humilde punto de vista, aspectos que me han disgustado. El principal de ellos probablemente le resta gran parte del caché literario que podría alcanzar, y es que los personajes, que suelen moverse en situaciones extremas para crear hilaridad, son bastante planos. Las motivaciones y la historia que las anima de cada uno de ellos están insuficientemente explicadas, y ésto produce que la empatía llegue tarde, y eso si llega. Un notable defecto.
Añado también mi particular modo de percibir una ambientación plagada de lucecitas y colores mágicos, con conceptos espacio temporales ad hoc: me produce el mismo hastío que en la literatura fantástica, y además no cuadra con el carácter eminentemente satírico de la narración. Un poco más de comedimiento terrenal en el mundo que creamos ayuda a que los terrestres se identifiquen mejor con él.
"La ropa de mujer no era un tema que preocupara demasiado a Buencorte... De hecho, en general, cuando pensaba en mujeres, sus imágenes mentales rara vez incluían ropa..."
Lo peor de la novela: personajes planos y motivaciones escasamente elaboradas.
Lo mejor de la novela: sin duda la ironía que salpica mucha de las situaciones planteadas. En alguna ocasión la carcajada surge inevitablemente.
Conclusión: merece la pena, porque más de una sonrisa la tiene asegurada.
El libro se ve prometedor, realizaste una crítica que si bien no enamora, si crea un pozo de curiosidad que incita a los lectores a investigar un poco más sobre este escritor.
ResponderEliminarTe felicito por el blog me encanta tu blog sigiue adelante. Y te invito a que visites el mío.
Te dejo el link:
http://gavodevil.blogspot.com
¡Muchas gracias, Gabriel!
EliminarHemos curioseado por tu blog y nos ha gustado mucho. Nos parece muy interesante y esperamos que te vaya muy bien :). De nuevo muchas gracias por leernos :).